ELEGÍA A JOHNNY VENTURA
Por Ramón Antonio Jiménez Íntimo
inclinado sobre tu pecho
harta tu sed de eternidad
esta tarde última
redonda de ser la misma
en la que siempre muere un hombre
un hombre muere siemprey no es igual
cuando con llanto de mujer
otros lloran llorando
con las manos tristísimas
inútiles
cansadas de ataúdes que pesan
de tantas lágrimas empinadas
hacia las calles
en los barrios descalzos
en las oficinas de las embajadas
y aún más allá de la geografía
de nuestra bandera que eres
El aire va con canciones enlutado
digo aire
etéreas ramas de la patria
tu nombre en la voz de todos
Hay tantas flores besando tus ojos
tantos otros hay también anegados
de un pesado dolor
hijos tuyos todos y no lo sabían
Otro modo de ser eres ahora
sin el barro de la carne
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